martes, 27 de noviembre de 2012

Cincuenta grados


Cincuenta grados al sol. Parece increíble, pero esas temperaturas hemos sufrido en los llanos ecijanos este verano. No había arroyos que corrieran ni laguna que tuviera la más mínima agua. El sol lo abrasaba todo, pasto, animales e incluso en algunos casos el animo. Una de esas tardes salí al medio día, de locura  os lo aseguro. La única manera de mantenerte a salvo del tórrido sol era el aire acondicionado del coche, y aunque normalmente no lo uso, este día no tuve mas remedio. Como es natural poco se movía por el campo, pero a lo lejos pude ver a este lagunero que se acercaba al coche. En su cara podéis ver los estragos de las altas temperaturas, no podía cerrar el pico y el solano, como aquí se le llama al viento de levante, parecía que le estaba quemando los pulmones, pero la vida es así, y el animal no dejo de rastrear los rastrojos en busca de alguna presa. 











                                                                 Écija, 26 de noviembre de 2012


                                                                                              Pablo Reina

lunes, 12 de noviembre de 2012

Colirrojo tizón- Black redstart (Phoenicurus ochruros)


Todos los años, cuando llega el otoño, los colirrojos tizones se refugian en nuestros campos y jardines. Vuelan inquietos de un lado a otro persiguiéndose con un sin fin de piruetas. Los machos defienden sus territorios de cualquier intruso. Me encantan estos con su cara negra y el reflejo blanco de sus alas. Se agachan nerviosos y no dejan de agitar la cola mientras vigilan la llegada de cualquier otro congénere. En sus zonas de anidación les gusta los acantilados y las laderas rocosas de las montañas por lo que explicaría el gusto que tienen por los edificios altos y ruinoso desde donde otean incansables.














                                                                        Écija, 12 de noviembre de 2012


                                                                                                           
                                                                                       Pablo Reina 

jueves, 1 de noviembre de 2012

DIAS DE LLUVIA (II)



            Continúo con esta entrada la serie de tres montajes de fotografías realizadas en un par de salidas realizadas durante la Semana Santa pasada.
            El primer lugar se lo doy en este caso al Flamenco (Phoenicopterus roseus), a los que quizás por tener muy vistos, no damos el valor que tienen. Son sencillamente impresionantes.
            Incluyo una serie de 4 fotos de Canasteras (Glareola pratincola), tomadas algo lejos y sin la calidad que quisiera, y otra de 2 fotos de Lavanderas boyera (Motacilla flava). Todas tomadas en La Ballestera.
            Por último, una foto lejana de un macho Tarabilla norteña (Saxicola rubetra), en la que se puede apreciar la ceja blanca, y que tomé cerca de Ruiz Sanchez. 

            Espero que os gusten. Saludos.

                                                                                              Miguel Pérez Ramos
                                                           Mayo/2011      








                                                                                             
                                                                                             
                                              


lunes, 8 de octubre de 2012

De pajareo por Osuna


Aprovechando el perfecto día, poco calor y una ligera brisa, fuimos a comer al campo Coli, Jaime-los demás estaban cada uno a lo suyo-Piluca y Manolo con sus hijas.
 Me figuro que como todos los que nos apasiona esto de los pájaros no salimos jamás sin los prismáticos, las guías y, en mi caso, la cámara. Después de comer y de una apasionada charla, ya me encontraba inquieto y notaba que algo me faltaba. No aguante mas, cogí los bártulos y me fui al monte.  Allí me siento otro, no pienso en nada, solo en pájaros y en aprender más sobre ellos. 
Los pajarillos revoloteaban por todos lados, currucas capirotadas, cabecinegra y lo que me pareció una rabilarga bullían curiosas por todos lados. Las tarabillas en las altas hierbas secas de la albina danzaban en busca de alimento. En el cielo pude distinguir tres buitres leonados.
Llevo años andando por esos montes, de paseo, cazando y últimamente pajareando, y no me había tropezado jamás con un pito real. En estos últimos meses, no solo los he observado, sino que incluso los he podido fotografiar. En esta salida tropecé con uno al que sorprendí posado en un hormiguero.
Pude ver los primeros colirrojos tizones, todos hembras. Me gustan, tan inquietos y curiosos.
Cuando volvía a la casa una rapaz cursaba el cielo, aunque bastante lejos pude sacar unas cuantas fotos. Era una preciosa joven águila real. Es todo un lujo observarla. Elegantísima, soberbia, poderosa... me quedo corto en los adjetivos. No es la primera vez que la veo por estos campos. Lastima que la semana que viene abrirán la veda, espero que ningún descerebrado con licencia de caza la considere una alimaña y acabe con ella.



Curruca capirotada hembra (Sylvia atricapilla)
Curruca capirotada hembra (Sylvia atricapilla)

Curruca capirotada hembra (Sylvia atricapilla)

Curruca capirotada hembra (Sylvia atricapilla)

Águila real (Aquila Crysaetos)

fotografía tomada a 8 minutos de exposición, se puede observar el movimiento en las estrellas

Chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus rufucollis)

Cuando nos íbamos, ya de noche, en medio de la carretera, un chotacabras cuellirrojo al que desgraciadamente solo pude fotografiar con el móvil, pues la cámara la llevaba en el maletero. El animal, me figuro que deslumbrado con los faros del coche, me dejo aproximarme hasta casi rozarlo con los dedos, luego voló para perderse en el manto oscuro de la noche.



                                                                                 Écija, 7 de octubre de 2012



                                                                                                    Pablo Reina



martes, 2 de octubre de 2012

La berrea


La berrea, los montes se llenan de quejumbrosos lamentos, por doquier brama el ciervo buscando camorra. Sobrecoge. A mi me emociona. Y la tarde se prestaba a ello. Cielos encapotados anunciando una tromba de agua, dando una tonalidad preciosa al monte. Aun temiendo el aguacero, nos fuimos a disfrutar de este maravilloso espectáculo  Miguel, mi hijo Jaime y yo. En Cantillana habíamos quedado con Raúl Rodríguez, Juanjo Domínguez y su hijo Dani, que nos servirían de guías en este día. Raúl y Juanjo son dos excelentes fotógrafos  que los une una misma pasión, la naturaleza.
    Cuando llegamos a la finca eran la una y media, comimos algo e iniciamos la marcha. La finca aunque privada, la cruza una vía pecuaria que une Cantillana con El Pedroso y si no te sales del camino no tendrás ningún problema con los guardas que te vigilan constantemente.
     El primer tramo es durillo, sobre unos tres kilómetros de ascensión sin ninguna zona de descanso. En este tramo no pudimos ver ningún animal, pero si se les escuchaba berrear por todos lados.
    Al fin llegamos a una zona llana de campos ralos con encinas y alcornoques, y como si de un anfitrión se tratara apareció el precioso venado que tengo aquí fotografiado. El animal llego despacio nos observo un rato y se tumbo. Nosotros comenzamos a disparar nuestras cámaras y nos sentamos también. Al ver que el animal no se movía nos fuimos acercando un poco y tomamos posiciones. Los ciervos berreaban por nuestro alrededor y al poco tiempo entraron dos ciervos mas, pero no del porte del que, sin inmutarse, teníamos delante. También hizo presencia un jabalí, que mantuvo las distancias. En el cielo, los buitres leonados y un solitario buitre negro volaban encima de nosotros. También lo hicieron una culebrera y tres abejeros. Un  agateador no paraba de saltar por los troncos de las encinas que teníamos enfrente.
   Después de hora y media con el bicho a menos de cuarenta metros nuestros, después de tomarnos el bocadillo tranquilamente sin que el animal se coscara, decidimos acercarnos un poco mas, ahora si se levanto y se alejo despacio.
    Ya eran las siete de la tarde y  pudimos ver algunos ciervos más y algún que otro jabalí. Cansados nos fuimos despacio, esta vez cuesta abajo, menos mal, con un atardecer precioso lleno de nubarrones.
Jaime con Raúl iniciando la caminata

Pantano de los Melonares

Jaime, Miguel y Raúl

La llegada del pavo

No dejaba de observarnos

Otro venado bastante mas joven



Este jabalí no quiso acercarse mas

El ciervo en todo su esplendor



Miguel, Juanjo y su hijo Dani

Majestuoso se retiro despacio.


Otro jabalí

Miguel 

Precioso constraste de azul y verde


El cielo parecía arder
Espero que volvamos otra vez, desde luego merece la pena la caminata, y por supuesto la compañía de Raúl y Juanjo, y que decir de su hijo Dani, que pese a su corta edad, solo siete añitos, se porto como un machote aguantando la marcha.

                                                                                              Écija, 1 de octubre de 2012


                                                                                                   Pablo Reina.