Salgo tarde, a eso de
las 9:30h. La mañana, aunque fresca, cuando llevas un ratito al sol no
hay quien aguante. Comienzo en La hoya de la Turquilla, donde no hay
nada especial que destacar a excepción de esta agachadiza.
Al otro lado de la laguna algunas lavanderas boyeras.
Allí
me encontré con un inglés y la mujer, que me preguntaron bastante sobre
la zona (cuantas lagunas se formaban, cuánto tiempo duraban, donde
estaba Ruiz Sánchez, etc.) Por lo visto habían estado dando una vuelta
por la zona e iban hacia Osuna (donde paraban), para ir por la tarde a
Fuente de Piedra a ver Flamencos.
De
allí me fui a Ballestera, donde vi un par de garza reales, muchas
fochas, etc., pero de donde me tuve que ir rápido porque era
impresionante el número de moscas que había. ¡Era insoportable!.
Justo
después de esto, un poco más adelante, vi la especie que quizá más me
llamó la atención, sobre todo por el calor que está haciendo. Una pareja
de tarabillas norteñas, aunque no fue la única, puesto que por Ojuelos
vi otra más.
Directamente
me fui en dirección a Matacán, donde nada más entrar me encontré a una
pareja de ratoneros, y me resultó muy curioso, que mientras yo me
acercaba al del poste, que parecía no verme por el contraluz, el otro
del eucalipto de enfrente avisaba reiteradamente hasta que el del poste
salió volando.
Luego,
nada especial y además cortito. Las ortegas ni se escucharon, pero al
pasar el puente de la vía pude ver un bando de jóvenes de golondrina
daúrica (en su mayoría) que parecía que se habían puesto de acuerdo para
posarse en el mismo sitio, seguramente descansando.
Ya en dirección a Ojuelos, vi una pareja de tarabilla común.
También vi por la zona una culebrera (que raro, je, je…).
Como
me pasó la última vez, la sorpresa vino al final. (Como esto siga así
cada vez que salga voy a estar deseando de irme de vuelta). Volviendo
por la pista asfaltada de Matacán, veo dos cosas un poco raras a lo
lejos en la cuneta, por lo que empiezo a frenar. Me voy acercando poco a
poco, hasta que paro completamente justo a su lado. Sólo entonces fue
cuando mis amigas, comienzan a andar con toda la tranquilidad del mundo
hacia el interior del terreno arado.
Evidentemente
cojo la mochila que la llevaba en el asiento trasero, saco la cámara de
fotos y hago esta foto a unos escasos 15 o 20 metros. Tengo que decir
que mi cámara no es réflex, que no tiene objetivos, etc. Lo negro que se
ve a la derecha es parte del coche, ya que la foto está hecha desde
dentro con la ventanilla subida.
Después
de esto me lié la manta a la cabeza y decidí salir del coche, total, lo
más que podía pasar es que salieran volando. Pues para mi asombro,
mientras montaba el trípode y el telescopio me miraban y seguían
paseando, por lo que pude hacer fotos con el telescopio.
Lastima
de lo fuerte que pegaba el sol, porque aunque estaban muy cerca, la
calima que se levantaba de la tierra me impidió hacer fotos mejores ya
que se distorsionaba la imagen.
Después
de esto que más os voy a decir… Me imagino que serán jóvenes del pasado
año aún confiados, o que ya me conocen, o averigua tu, pero si llego a
saber esto, me bajo del coche desde primera hora, pongo el disparador
automático y me echo una foto con ellas con mis brazos por encima, ja,
ja, ja…
Alfonso Rodríguez
Haber si me las presentas, jodio que suerte tienes.
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