Campeando con mi coche una calurosa tarde de verano y con la cámara siempre a mano , pase por un camino que bordeaba una alameda. Asustada por el ruido del coche una rapaz alzo el vuelo desde una rama y se alejó, pero cuando se encontraba a una buena distancia volvió hacia la alameda. Cogí mi cámara y pude ver que se trataba de una culebrera con la cabeza blanca y a la que le faltaba la séptima primaria de las dos alas. Rápidamente empecé a fotografiarla, volaba en círculos a mí alrededor bajando cada vez más. La caída de la tarde estaba cerca y me extraño su actitud pues pude comprobar que, como se ve en varias fotografías, me estaba observando y me miraba fijamente con sus grandes ojos. Ojos enormes, ojos que escudriñan la campiña, ojos de un amarillo hipnotizador. Después de dejarme tirar cerca de cien fotografías se alejó, seguramente en busca de otro dormidero.
Espero que este bello ejemplar no cayera abatido por los disparos de cualquier desaprensivo guarda de coto que no tiene ni idea de la labor que realizan las rapaces en los campos.
Pablo Reina
Ecija , 24 de julio de 2011
Buenisimas fotos Pablo. Increible como en las dos primeras fotos el bicho te está observando y mirando fijamente. Ademas se aprecia estupendamente la muda simetrica.
ResponderEliminarSi señor, todo un documento grafico.
Saludos.