lunes, 7 de noviembre de 2011

abubilla (Upupa epops)


Esta vistosa ave que pertenece al Orden coraciiforme, igual que el Martín pescador, la carraca y el abejaruco, y cuya familia es upupidae tiene bien merecida la fama de pestilente, pues  pueden disparar un chorro de una sustancia maloliente que tienen en una glándula situada en la cola y los nidos que generalmente se encuentran en huecos de arboles, aunque los padres quieran mantener limpios, los pollos los  impregnan con esta sustancia.


Su plumaje es pardo rosáceo en la cabeza y pecho, las alas y la cola son negras con unas grandes bandas blancas que se ven perfectamente en vuelo. Otro rasgo característico es la cresta que adorna su cabeza del mismo color que la cabeza y con las puntas negras y el largo pico un poco curvado hacia abajo. No existe diferencia de sexo, aunque el macho suele tener el color más intenso.

Es una depredadora nata, y come todo insecto que encuentra en el suelo, incluso hurga con el fino pico en el barro y en los excrementos de los animales para buscar larvas, aunque tiene predilección por los grillos y saltamontes.
Como hemos dicho anteriormente, anidan en un agujero de un árbol o pared y ponen de cinco a ocho huevos que incubara solo la hembra durante 18 días, aunque el macho también ayuda en la alimentación de los pollos.

Algo curioso es que la creencia popular le atribuye la capacidad de encontrar agua en zonas desérticas por la costumbre de picotear el suelo.


                                                                                                  Pablo Reina.

                                                                                           

                                                                                       

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